
¿Cómo influye el descanso en nuestra diabetes?
Hace poco os hablábamos de la importancia de la rutina para reducir nuestra toma de decisiones y mejorar nuestro descanso. ¿A cuántos/as de vosotros/as no os pasa que según apagáis la luz para dormir, la mente se os llena de pensamientos, ideas, recuerdos?
El insomnio y el mal descanso nocturno es uno de los aspectos que más preocupa hoy en día a las sociedades médicas. ¿Por qué? Porque el descanso que obtenemos durmiendo de manera satisfactoria cada noche es fundamental para poder mantener una rutina sana y enérgica durante las horas de vigilia. Y, para las personas con diabetes, resulta aún más fundamental poder garantizar estas horas de reposo y reparación.
A lo largo del día pasamos mucho tiempo haciendo cálculos y tomando decisiones en los cuales nos va la salud. A esto hemos de sumarle el estrés y el cansancio mental y físico de una vida normal, con su trabajo, sus estudios, sus relaciones… Dormir no sólo debe suponernos un placer, un momento de desconexión. Es también una conducta con un importante sentido biológico, básico para mantener una buena salud.
Si no lo creéis, sólo hace falta que recordéis la última vez que nos habéis dormido bien, o que casi no habéis descansado. Al día siguiente, cualquier tarea cuesta el doble. El cuerpo y la mente están como anestesiados y las horas se hacen largas y extenuantes, hasta que logramos volver a la deseada horizontalidad. Es por ello que es mejor no llegar a estos extremos para darnos cuenta de la importancia de un buen descanso. Y aún más, de todos los beneficios que aporta para la salud de las personas con y sin diabetes. Este es uno de los motivos por lo que el deporte y la buena alimentación son la base del bienestar. Nos hacen sentirnos más sanos y más cansados cuando llegamos a la cama. De esta manera, nos resultará más fácil poder embarcarnos en el más reparador de los sueños.
Recientes estudios señalan que tener un problema de sueño cronificado aumenta hasta en un 40% el riesgo de sufrir alteraciones psicológicas. Que nuestra mente no obtenga el descanso que necesita tiene, sin duda, consecuencias. Pero también para nuestro cuerpo. A continuación, vamos a ver las ventajas de un buen descanso y qué podemos hacer para mejorarlo desde la educación en diabetes.
¿Cuáles son los beneficios del descanso y de dormir bien?
Como no nos cansamos de recordar desde la educación en diabetes, el deporte tiene innumerables ventajas para nuestro cuerpo. Una vez que lo hemos integrado dentro de nuestra rutina y nuestro tratamiento, es igual de importante garantizarnos espacios de reposo y descanso. Hacer deporte no sólo ayuda a nuestro control glucémico, también a descansar mejor. Y descansar mejor es lo que nos permite hacer ese deporte. Ambos elementos son interdependientes. Cuando ejercitamos nuestros músculos, hemos de darles también el tiempo de reposo y recuperación necesarios para que podamos aprovechar sus beneficios. Si no, estaremos sobreejercitándonos, y por tanto, es más probable que podamos entrar en hipoglucemias o tener una glucemia más inestable.
Además, dormir bien nos permite mantener una mente activa y despejada. Como bien sabemos, a la hora de cuidar nuestra diabetes, debemos calcular y tomar decisiones de manera habitual. Intentad hacerlo sin haber dormido: es como tener niebla dentro de la cabeza. Cada conteo cuesta más de lo normal, y somos más propensos a equivocarnos. Esto se debe a que durante el sueño, la mente también reposa. Se ha demostrado que las horas de sueño son fundamentales para el asentamiento de la memoria y un buen mantenimiento del funcionamiento neuronal. Es una forma de cargarnos de energía y poder afrontar con seguridad el mañana siguiente. Es por ello que, si no logramos un buen descanso, los otros esfuerzos que estamos haciendo para tratar nuestra diabetes pueden no ser tan exitosos.
¿Cómo podemos descansar mejor?
Hay muchas tareas sencillas que pueden permitirnos descansar mejor. Para las personas con diabetes, la principal es, como casi siempre, mantener una buena rutina. Esta nos mantiene activos y despiertos durante el día, dando lo mejor de nosotros/as y evitando riesgos y sustos asociados a un mal control de la diabetes. De esta manera, el descanso no sólo es merecido, sino también más buscado por el cuerpo y la mente. Si nos sentimos bien, estaremos menos preocupados, y ese pensamiento menos intenso nos facilitará conciliar el sueño. Además de esta rutina, existen otros muchos trucos que podemos adoptar para tener un buen descanso, y por tanto, una buena salud.
Se suele recomendar que a la hora de tumbarnos, lo hagamos de lado o bocarriba. Dormir bocabajo supone un sobreesfuerzo muscular del cuello, que puede que nos haga levantar con una menor sensación de descanso. A su vez, es importante intentar dejar las pantallas de móviles o tablets a un lado desde media hora antes de acostarnos. Podemos hacer pequeñas sesiones de relajación o meditación. También es importante evitar comer. Para las personas con diabetes, seguir estos pasos nos ayuda también a prever mejor qué cantidad de insulina nos vamos a administrar.
De esta manera, nos evitaremos cálculos farragosos a última hora de la noche, lo que nos hará tener la mente tranquila y más predispuesta al descanso. Y si nada de esto nos sirve y la falta de sueño se ha vuelto un problema, es fundamental no asumirlo como parte de la vida y buscar ayuda. Desde DiSugar, contamos con un servicio de atención psicológica que puede ayudarte a buscar la manera más adecuada para ti de garantizar tu descanso.
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