
¿Cómo se trata la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica. Esto quiere decir que no tiene cura: la persona que la sufra lo hará durante toda su vida. Este hecho es lo que resulta más complicado para los millones de personas que padecen diabetes. En la actualidad, no existe una forma de revertir la diabetes.
Hasta que esta no se descubra, seguirá siendo una enfermedad crónica. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan tratamientos para la diabetes. Estos son múltiples y en los últimos años se han beneficiado de importantes avances tecnológicos.
El objetivo último del tratamiento de la diabetes es hacer más fácil la vida de la persona que la padece. Como ya hemos comentado, la diabetes está causada por un mal funcionamiento de la hormona de la insulina, o por la ausencia de la misma. Por ello, la gran mayoría de los tratamientos se basan en sustituir a esta hormona por elementos análogos de insulina esto no es correcto, unos tratamientos sustituyen a la insulina, y otros facilitan la labor de la insulina que el paciente tiene, a través de diferentes mecanismos.
Por elementos análogos entendemos medicamentos que cumplen una función similar a la de la insulina: trasladar la glucosa del torrente sanguíneo a las células. En la diabetes tipo 1, al no aparecer la insulina, su tratamiento consiste en administrarla de manera externa. Por su parte, en la diabetes gestacional, dado que las mujeres embarazadas no pueden tomar la medicación oral para proteger al feto, también se administra por medio de una inyección.
En la diabetes tipo 2 la insulina sí existe, pero no funciona correctamente. Por ello, se proporciona al paciente medicación oral que cumple la labor de la insulina, l a medicación oral no cumple la labor de la insulina, lo que hace es revertir la resistencia a la insulina que tienen estos pacientes, o hacer que la insulina que tienen dure más… Así, en ambos casos, la glucosa cumple su función de alimentar a las células y se restaura el equilibrio metabólico del paciente. Estos tratamientos han de administrarse varias veces al día, dado que los niveles de glucosa varían a lo largo del día.
Es por ello que unos buenos hábitos son fundamentales, además de la medicación correspondiente, para afrontar el tratamiento de la diabetes.
Últimos avances en el tratamiento de la diabetes
En los últimos años, se han desarrollado importantes avances tecnológicos para el tratamiento y control de la diabetes. Uno de los principales elementos que toda persona que tenga diabetes ha de controlar es su nivel de glucosa en sangre. Para ello, la opción más habitual es medir la glucosa a partir de la sangre obtenida con un pinchazo en el dedo. Sin embargo, hoy en día existen avances tecnológicos que simplifican este paso. Es el caso de los sensores de glucemia. Estos se suelen instalar en el brazo de la persona o abdomen, y conectan con el líquido intersticial que hay entre las células. Por medio de una aplicación, pueden consultarse los resultados de sus mediciones en el teléfono móvil. De esta manera, la persona con diabetes puede saber su glucemia sin necesidad de pincharse varias veces al día.
En base a estas mediciones de glucosa, los pacientes de DT1 se administran la insulina necesaria. La forma habitual también implica un pinchazo. Es por medio de una pluma que se carga con insulina y se aplica directamente sobre el cuerpo. Hoy en día, existe un tratamiento más fácil: la bomba de insulina. Esta es un pequeño aparato que se conecta al cuerpo mediante un catéter. La bomba administra insulina en función de las condiciones para las que se programe. Tiene la ventaja de que se puede sincronizar con sensores de medición de glucosa. Así, puede establecerse un circuito más o menos cerrado entre la medición y la suministración de insulina, que hace más cómoda la vida del paciente. Pese a esto, la bomba de insulina no está muy extendida entre la población. Si bien la sanidad pública cubre este tratamiento, existen trabas y dificultades para obtenerlo.
La importancia de la educación en diabetes
La educación en diabetes es la mejor forma de afrontar esta enfermedad. Como hemos mencionado anteriormente, al ser una enfermedad crónica, la diabetes no tiene cura. Dado que también depende en muchas ocasiones de los hábitos de vida, un correcto mantenimiento de estos potenciará los tratamientos y mejorará la calidad de vida de la persona. Ese es el objetivo de la educación en diabetes. Se trata de concienciar tanto al paciente como a su entorno, para que adopten formas de vida que vayan en beneficio de su salud. Dos de los elementos determinantes en la diabetes son la alimentación y el ejercicio físico. Una ingesta de alimentos calculada y equilibrada favorece mantener una glucosa en sangre estable. Hacer deporte ayuda a quemar esa glucosa en exceso y a mantener un metabolismo sano.
Además de esto, la educación en diabetes va más allá de la alimentación y el ejercicio. Busca ofrecer un mayor conocimiento sobre la enfermedad tanto al paciente como a su entorno y el resto de la sociedad. La educación en diabetes busca impulsar una mayor visibilización de la enfermedad, en aras de un mayor conocimiento de la misma. Consciente también de la dureza de la realidad de las personas que padecen la enfermedad, ha de contar con un apoyo psicológico fuerte. Es por ello que el tratamiento de la diabetes no termina con la administración de insulina. Ha de ser una carrera de fondo, basada en la educación y la formación.
Todo lo que necesitas saber sobre la diabetes
En Di Sugar tenemos el mágico compromiso de aumentar el conocimiento existente sobre la diabetes. De esta manera, esperamos poder contribuir a una mayor y mejor comprensión de la enfermedad, y como consecuencia, mejorar la vida de las personas que la padecen. Puedes consultar toda la información sobre qué es la diabetes en los siguientes artículos:
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