
La importancia de la rutina para el control de la diabetes
Muchas veces, son los momentos en los que dejamos la rutina a un lado, cuando nos damos cuenta de la importancia de la misma. Épocas vacacionales, días festivos, viajes, meses sabáticos… Son algunos de los momentos en los que nuestro día a día cambia radicalmente. ¿Y qué supone esto para un buen control de la diabetes? Como bien nos enseña la educación en diabetes, el mejor tratamiento para esta enfermedad es mantener un control constante, basado en una rutina de buena alimentación y ejercicio físico. Pero, ¿qué supone eso? ¿No podemos nunca abandonar la rutina? Y si lo hacemos, ¿se verá nuestra diabetes terriblemente descontrolada?
Antes que nada, os damos la respuesta más tranquilizadora: sí, la rutina se puede alterar. ¡Suficiente supone ya tener diabetes como para que de vez en cuando no podamos hacer algo espontáneo! Tener una rutina no implica estar obligado a seguirla todos y cada uno de los días de nuestra vida. Al revés, la rutina nos da la tranquilidad y la confianza para poder hacer cosas distintas y variadas, conociendo perfectamente las consecuencias y sabiendo anticiparnos a ellas. Por ejemplo, si sé que hacer deporte tres veces a la semana me viene bien para un buen control glucémico, aquella semana en que reduzca mi ejercicio físico, sabré anteponerme a la alteración que esto pueda tener en mis glucemias. Esta es la principal ventaja que nos da la rutina: tener una imagen clara y llena de información veraz acerca de nuestra diabetes.
Partiendo de esta base, vamos a profundizar más en qué supone de verdad tener una rutina y cómo podemos usarla a nuestro favor para vivir mejor. Como siempre, para ampliar toda esta información o resolver vuestras dudas particulares, podéis consultarnos en IG o en el teléfono/web.
¿Cómo pasar de la rutina a las vacaciones y viceversa, teniendo un buen control de la diabetes?
Recientemente, hemos disfrutado de uno de los períodos más intensos del año: las vacaciones de Navidad. Probablemente, no hay otra época en el año que suponga más cambios y alteraciones para la rutina de una persona con diabetes. Comilonas, descanso del trabajo o de los estudios, largas reuniones familiares, fiestas… Todo ello supone un cóctel que a primera vista podría parecer contraindicado si queremos tener una glucemia en rango. Pero ¡qué equivocados/as estamos si pensamos que una persona con diabetes no puede disfrutar de épocas como esta! Por supuesto que es posible. Y la manera más segura de hacerlo es venir de una buena rutina.
Si en nuestro día a día antes de un período vacacional, llevamos una buena rutina y un buen control de nuestra diabetes, no tendría por qué haber consecuencias graves si la alteramos durante unos días. Primero, porque vendremos de un punto de control y bienestar. Segundo, porque tendremos una gran cantidad de información sobre qué cosas son buenas para nuestra glucemia y qué cosas están contraindicadas. Tercero, porque si esta alteración de la rutina termina suponiéndonos algún riesgo, conocemos la forma más segura y rápida de volver al control. Es por ello que la mejor manera de disfrutar de unas vacaciones o unos días libres, es tener durante el resto del año una buena rutina, que nos mantiene sanos/as, activos/as y preparados/as.
¿Qué ventajas nos ofrece la rutina en el control de la diabetes?
La educación en diabetes basa toda su intervención en la importancia de adaptar una rutina. ¿Por qué? Porque, como hemos visto anteriormente, una serie de conductas integradas en nuestro día a día nos aporta una gran cantidad de ventajas para nuestra salud física y psicológica. Porque, sí, las personas con diabetes, como cualquier otra persona, debemos cuidar tanto el cuerpo como la mente. Una dieta equilibrada y una rutina de ejercicio físico nos ayudan a tener nuestra glucemia controlada. Además, la repetición de estas conductas a lo largo del tiempo, nos ayuda a pensar menos, lo cual nos ahorra mucho estrés y nos facilita la toma de decisiones. ¡Es como entrenarse en un deporte! Cuanto más practiquemos, mejor se nos dará.
Además, adoptar una rutina nos permite ver sus resultados fácilmente. Tal y como vemos habitualmente en consulta con personas que llegan con muchas dudas sobre su diabetes, adoptar una serie de comportamientos sencillos y regulares, ofrece resultados rápidos. Esto nos hace sentir mejor y más seguros/as, y a la vez, nos ofrece una imagen clara sobre cómo obtener un buen control de nuestra glucemia. Estos resultados sirven como refuerzo positivo de nuestra conducta, y hace que nos sintamos responsables, orgullosos/as y que apreciemos nuestro esfuerzo. Los inicios pueden ser duros o costarnos tiempo, pero con una buena educación en diabetes pronto se verán los resultados. Y estos ofrecerán la base perfecta para poder afrontar una alteración de la rutina con ánimo y sin miedo. Y, sin duda, nos permitirán el mejor de los descansos, cuando sepamos que, un día más, hemos hecho lo mejor que podíamos con nuestra diabetes.
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