Hablar de hiperglucemia y ejercicio es abordar uno de los temas que más habitualmente tratamos en la educación en diabetes. Como ya hemos visto, la hiperglucemia es un estado propio de la diabetes sin tratar. A su vez, también pueden darse situaciones de hiperglucemia por distintos motivos asociados al tratamiento o a circunstancias puntuales de la persona. Es por ello que lo primero que debemos entender es que los factores que influyen en la hiperglucemia son numerosos, y muchas veces algo difíciles de calcular o estimar. Esto es algo a lo que las personas con diabetes suelen estar acostumbradas. Por eso es importante recordar que la rutina es la mejor aliada en el tratamiento de cualquier tipo de diabetes.

Sin embargo, en ocasiones, incluso dentro de la rutina más precisa, nos encontramos con factores o situaciones que desencadenan una hiperglucemia. Debemos recordar que esta hiperglucemia es la presencia excesiva de glucosa en sangre.

De esa glucosa es de la que nuestro cuerpo obtiene la energía para funcionar. Por ello, una forma de afrontar la hiperglucemia es realizar ejercicio físico. Esa glucosa de más estará siendo empleada por nuestros músculos y órganos. Así, la práctica de ejercicio de manera regular en nuestro día a día es una de las formas en las que mejor se puede evitar la tendencia a la hiperglucemia. Como bien sabemos, el ejercicio debe ser practicado en las condiciones más adecuadas de acuerdo a las características de la persona.

Para ello, hemos de tener en cuenta elementos como la temperatura que hace, la intensidad del ejercicio, etc. Estos factores son muy importantes para evitar que de hiperglucemia pasemos a hipoglucemia. La forma más segura de hacer ejercicio para bajar nuestra hiperglucemia es teniendo claro el funcionamiento de la misma. En este sentido, la educación en diabetes es la única disciplina que puede darnos las herramientas para hacerlo de la mejor manera.

A continuación, vamos a repasar distintos aspectos de la relación existente entre hiperglucemia y ejercicio. Como siempre, nuestro objetivo es divulgar y ampliar el conocimiento existente sobre la educación en diabetes. Para saber más, te invitamos a visitarnos en link.

 

¿Puede el ejercicio físico aumentar la hiperglucemia?

Como ya hemos visto, el ejercicio físico es una buena manera de afrontar la hiperglucemia. Sin embargo, a la hora de practicarlo debemos tener en cuenta una serie de factores muy importantes. El primero de ellos es que existe la posibilidad de que, ante una situación de hiperglucemia, el ejercicio físico aumente de manera puntual nuestro nivel de glucosa en sangre. ¿A qué se debe esto? Como hemos mencionado anteriormente, la glucosa que se encuentra en nuestra sangre y que produce la hiperglucemia, es la fuente de la energía que empleamos para hacer funcionar nuestro organismo. Sin embargo, al arrancar un ejercicio físico, el hígado pone en marcha por su cuenta la producción de glucosa con la que aportar “combustible” a ese gasto de energía. Así, a la glucosa ya presente en sangre por la hiperglucemia se sumará aquella que liberamos de manera normal.

 Esto puede arrojar una imagen de que la hiperglucemia, en vez de disminuir, sube aún más. Sin embargo, es un efecto paradójico que tiene una breve duración. Suele abarcar una hora u hora y media, hasta que las hormonas liberadas por el hígado dejan de aumentar la producción de glucosa. Por ello, si la hiperglucemia nos la encontramos recién terminamos de ejercitarnos, puede resultar adecuado no corregirla con insulina. Cabe tener en cuenta que esta situación es más probable que se dé con picos de ejercicio físico muy intenso. Para evitarla, es recomendable hacer un breve calentamiento al inicio de la práctica de deporte. Así, nuestro organismo se irá adaptando y liberando glucosa poco a poco, y evitaremos la aparición de picos o el mantenimiento de la hiperglucemia.  

 

¿Puede la hiperglucemia durante el ejercicio provocar cetoacidosis?

 Como bien sabemos, una de las formas para corregir una hiperglucemia es mediante la administración de insulina. Esta transporta la glucosa del torrente sanguíneo a las células, bajando por tanto nuestra medición de glucemia. Sin embargo, imaginemos que hemos comido hace poco, y que no nos hemos administrado insulina o ha sido de una pauta no bien ajustada. Esto nos dará lugar a una hiperglucemia. Si además, iniciamos la práctica de ejercicio físico intenso, estamos corriendo el riesgo de provocar cetoacidosis al organismo.

Como ya hemos visto, el organismo detectará la falta de glucosa en las células con la que afrontar la actividad física. Para ello, pondrá a funcionar en el hígado rutas alternativas de obtención de energía. Es el caso de la síntesis de glucosa, que tiene como efecto paralelo la elevación de la glucosa en sangre. Otra ruta posible es el metabolismo de las grasas o lípidos. Estos proporcionan energía a las células, pero también tienen como consecuencia la aparición de los cuerpos cetónicos.

La presencia excesiva de cuerpos cetónicos en el organismo puede provocar cetoacidosis. Esta condición, no ayuda a resolver la hiperglucemia que estemos sufriendo. Además, complica también otros procesos metabólicos y si se mantiene en el tiempo resulta muy perjudicial para nuestro organismo. Por ello, en esta condición, es necesaria la administración urgente de insulina con la que corregir la hiperglucemia y frenar la aparición de cuerpos cetónicos. Pero, ¿cómo puedo distinguir entre una hiperglucemia “normal” y una que puede desencadenar la cetoacidosis? Mediante varias mediciones en un espacio de tiempo que nos permite ver la tendencia de nuestra glucemia.

También podemos realizar test de detección de cetonas para ver la gravedad de la hiperglucemia, y así poder decidir si afrontamos el ejercicio o lo posponemos. Y, como siempre, ante cualquier duda o sensación de descontrol, puedes consultar a tu educador/a en diabetes. 

 

¿Quieres saber más?

Como siempre, para ampliar más información y aprender a aplicar la educación en diabetes, puedes contactarnos haciendo clic aquí o seguir nuestros consejos en las siguientes publicaciones:

SESIONES GRUPALES

  • Talleres: Aprendiendo a manejar mi diabetes, Miedo a la Hipoglucemia, Mantenimiento de las conductas de autocuidado, Historia de vida, Compartiendo creencias sobre la diabetes y muchos más.

Entrenamiento a padres de niños con diabetes

SESIONES INDIVIDUALES

El objetivo de la terapia es conseguir una mayor adherencia al tratamiento y que el autocuidado que tiene la persona con diabetes sea lo mejor posible buscando mejorar siempre la calidad de vida. 

Psicoeducación diabetológica. Aprenderemos a saber como influye la diabetes en el cuerpo y como los cambios glucémicos repercuten en nuestra forma de pensar, a su vez cómo nuestro estado emocional influye en nuestro cuerpo. 

Cada tratamiento será específico a cada situación y trabajaremos para encontrar las herramientas adecuadas. 

En estas sesiones abordaremos cuestiones como:

Estrategias de manejo de estrés. Entrenamiento en control de estrés (diabéticos y familiares)

Entrenamiento a padres de niños con diabetes

¿QUIEN SOY?

Mi nombre es Rut Martínez, sí, Rut sin hache. Estudié psicología en la universidad Complutense de Madrid y me gradué en el año 2015. Más tarde, en 2016 finalicé el máster en Psicología de la Actividad Física y el Deporte. Y ahora, ¡SOY LA PSICOTERAPEUTA DEL CENTRO DI SUGAR!

Soy una persona en constante formación, ¡me encanta aprender para poder ser la mejor versión de mí misma tanto en mi ámbito personal como en el profesional! Por ello, actualmente estoy cursando a la vez: un máster en Psicoterapia y el Grado en Educación Social.

Una de las frases que más ha marcado mi vida es: “No todo resbalón significa una caída” de George Herbert, y es por eso, que confío al 100% en que la ayuda psicológica. El abordaje individualizado y centrado en la persona es necesario, no solo para levantarnos, si no para salir más reforzados/as.

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