
¿Qué es una hipoglucemia?
La hipoglucemia es un cambio brusco derivado de niveles bajos de glucosa en sangre. La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo. Se encuentra presente en numerosos alimentos. Destaca su presencia en frutas y miel. Es habitual el uso de derivados de la glucosa en pastelería y cocina. El uso de la glucosa por parte del cuerpo está mediado por la hormona de la insulina. La insulina es la encargada de que este compuesto pase del torrente sanguíneo a las células del organismo.
Así, de una forma más técnica, la hipoglucemia se traduce en un nivel de 70 miligramos por decilitro o menos de glucosa en sangre. El proceso natural del organismo es que cuando se ingiere más glucosa de la que el cuerpo requiere, este la almacena en el hígado. Cuando los índices de glucosa empiezan a bajar, el hígado manda una señal al páncreas para que libere glucagón. El glucagón es una hormona cuya función es liberar glucosa del hígado. De esta manera, el organismo cuenta con una serie de reacciones y respuestas fisiológicas destinadas a mantener un correcto metabolismo en todo momento. Tanto la diabetes como otras enfermedades metabólicas alteran el buen funcionamiento de estas rutas.
¿Qué pasa cuando la glucosa baja?
Cuando la glucosa baja de sus índices normales, se activa una serie de mecanismos en el organismo, que desde una perspectiva médica denominamos síntomas. Estos síntomas son la forma en la que el cuerpo transmite que necesita más glucosa. La falta de glucosa en nuestras células puede deberse a una ausencia o mal funcionamiento de la insulina. Una de las formas de tratar la falta de insulina es por medio de inyecciones de insulina. Sin embargo, el administrar insulina en un momento determinado, no implica que si esta no existe o no funciona bien, se vayan a evitar futuras hipoglucemias.
Es por ello que se recomienda el seguimiento de un profesional, pues no afecta a todas las personas por igual. La importancia de una hipoglucemia es entender que puede darse por un efecto secundario del uso de insulina u otros medicamentos para tratar la diabetes. Esto puede originarse por un mal ajuste en función de las comidas, la actividad física o pequeños excesos imprevistos del día a día. También es importante saber que aunque tengamos control absoluto sobre todos los factores, no estamos exentos de sufrir una hipoglucemia.
¿Se puede prevenir una hipoglucemia?
La respuesta es sí. Para prevenir la hipoglucemia se recomienda tener un seguimiento correcto de los niveles de glucosa en sangre, para así ajustarlos a tu ritmo de vida. Es importante tomar conciencia de la insulina suministrada, la cantidad de comida, la actividad deportiva y otros factores que nos puedan afectar. Uno de los peligros más asociados es la falta de reconocimiento de la hipoglucemia. Con el tiempo, y con episodios reiterados, el cuerpo y el cerebro pueden dejar de mostrar la sintomatología clásica de este estado. Esto se denomina Hipoglucemia Asintomática.
Como veíamos anteriormente, los síntomas suponen una forma de comunicación de nuestra organismo con nuestra conciencia. Aparecen para indicar que hay algo que no está funcionando bien. Por ello, una afección asintomática implica un grave riesgo, como es el caso de la hipoglucemia asintomática. La Hipoglucemia Asintomática conlleva un riesgo mayor que una hipoglucemia normal, puesto que no estamos siendo conscientes de lo que está pasando en nuestro organismo. Si una hipoglucemia no se trata a tiempo, existe el riesgo de desmayos y pérdida de la noción y el espacio, pudiendo pasar de una hipoglucemia leve a severa.
Consulta todo lo que necesitas saber sobre las hipoglucemias y la diabetes en los siguientes artículos:
- ¿Qué es una hipoglucemia?
- ¿Cuáles son los síntomas de una hipoglucemia?
- ¿Cómo se trata una hipoglucemia?
- ¿Es normal tener miedo a las hipoglucemias?
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